(frase de @saraygallardo_autora)
HE TOMADO LA MEJOR DECISIÓN DE MI VIDA. No ha sido fácil, pero sí necesaria. Cierro dando un portazo que resuena en el descansillo como un bonito simbolismo de este nuevo comienzo. Atrás queda una «yo» que hace tiempo ya que me resulta desconocida y empiezo un viaje para volver a encontrarme de nuevo, para recuperar aquello que fui.
Arrastro una maleta ligera, con poca ropa, pero muchos sueños por cumplir, esos sueños que, durante años han permanecido amordazados por tus palabras. Dardos invisibles que parecían inocuos, pero que iban consumiéndome poco a poco, como un veneno sigiloso que avanza por el torrente sanguíneo, propagando una infección que pasa desapercibida hasta que ya es demasiado tarde y no existe cura posible.
Fuera de estas cuatro paredes en las que vivía encerrada, aunque jamás pusiste el cerrojo, éramos la pareja perfecta. Tan perfecta que incluso creí que los problemas solo estaban en mi cabeza. No, no lo creí, fuiste tú el que me empujó a hacerlo, el que me cubrió los ojos y me impediste ver la realidad.
Pero hoy, por fin, he hecho acopio de toda la valentía de la que me aseguraste que carecía y me he arrancado la venda. He descubierto que, a pesar de que los cristales de mi ventana estaban opacados, el sol sigue brillando en un cielo azul y que mi sonrisa, esa que te empeñaste en borrar, luce de color esperanza.
