ES INCREÍBLE CÓMO, SIN DARME CUENTA, GANÉ TODO LO QUE PARECÍA PERDIDO.

(frase cortesía de @volamosentreletras)

Con la negativa brillando ante mí como si fuera un cartel de neón, solo me restaban dos opciones: resignarme, agachar la cabeza y regresar con las manos vacías y el corazón deshabitado, o atravesarlo y luchar por algo a lo que jamás creí que pudiera optar.

No lo pensé demasiado y me decanté por la última alternativa. O quizá fuese al contrario, que llevaba mucho tiempo dándole vueltas, demasiadas noches en vela rezando por volver atrás en el tiempo y cambiar mis palabras, esas que hicieron que nuestra amistad saltara por los aires.

Habíamos discutido porque yo tenía muy claro lo que él ignoraba, que ella iba a hacerle daño, que iba a transformar su paraíso en un infierno. Pero no hay mayor ciego que el que no quiere ver y, en aquel entonces, mi amigo llevaba una gruesa tela cubriendo sus ojos.

Jamás aspiré a nada más que no fuera estar a su lado y en aquel momento, su «no quiero volverte a ver jamás» me lo arrebató de raíz. Las puertas que siempre habían permanecido abiertas, ahora estaban cerradas con candado y no podía optar a la llave.  No deseaba nada más de lo que me dio, pese a que siempre fantaseé con ello, pero tampoco quería menos de lo que tenía.

Así que, pese a que existía la posibilidad de que estuviera caminando hacia mi propia destrucción, de que me marchara de aquí con el corazón un poco más roto, avancé con decisión hacia su lugar favorito.

Tomé asiento a su lado, en silencio. Entre nosotros apenas unos centímetros, aunque parecía que nos separaba un abismo. Y salté, sin saber si iba a llegar al otro lado o me iba a precipitar al vacío. Extendí mi mano, se la ofrecí temblorosa y quedé suspendida en el borde del precipicio.

Él no me dejó caer. Entrelazó sus dedos con los míos, como tantas otras veces, de esa manera que se sentía tan natural y, esbozando una sonrisa que se abrió paso a través de sus ojos tristes, tiró de mí. La venda se desprendió, fue ella la que cayó en mi lugar y, entonces, me vio.